Historias de la "Madrugá" 

14.01.2018

Hablar de la ley de montes sin conocer su contenido, de los intereses de las bolsas de gas señalando a Felipe González, o de la recalificación de suelos y de la especulación en general para justificar los incendios del entorno de Doñana es, al menos, ruin, de osados y de lo que vulgarmente se llama "metemierdas". Ni siquiera hay un solo dato de la investigación de la Guardia Civil y ya se han dedicado algunos a señalar con el dedo acusador.

Empieza uno a cansarse de tanto creador y divulgador de bulos mal intencionados y de tanto analfabeto jugando a sembrar la confusión entre el personal. Mucha gente se está acostumbrando a dar crédito a todo lo que recibe o circula por las redes sociales sin importarle el daño que hace ni las consecuencias de su acción, porque tan culpable es quien inventa una noticia falsa como quien la difunde, y eso es síntoma de una sociedad irreflexiva, ignorante, vengativa y enferma. La gente se dispara por un titular sin ni siquiera leer muchas veces la noticia. No solo tenemos que soportar, la crisis, las dificultades, la corrupción, la demagogia y la mentira política sino, además, a ciudadanos sembradores de odio, especialistas en crispar al personal, la justicia de telediario, la intolerancia ideológica y religiosa, la mala fe, la inmoralidad civil y el revanchismo.

Esta es la sociedad del "TODO VALE". Da igual que sea mentira. Si viene bien para insultar, menospreciar, hundir o desacreditar a alguien, a un colectivo, o una ideología se usa y punto. Se dice que estamos ante la sociedad mejor preparada de la historia de nuestro país, pero parece que esa realidad no es más que una valoración sobre los números y no una mejora real del comportamiento social. Podremos quejarnos del nivel de muchos dirigentes, de sus errores y de muchas de su acciones pero, ni todos los políticos, sean del partido que sean, son corruptos, ni todos están locos. Me gustaría dejar a mis nietos un país coherente, justo, solidario y cuerdo, pero temo que para que eso se verdad mucho tiene que cambiar las cosas.