Sra. Ministra...por favor
Sra. Ministra...por favor
Por Luis Baras

Sra. Ministra...yo le digo "NO". Mire, soy hijo, hermano, padre, pareja, tío y abuelo de mujeres, por tanto nada sospechoso de no defenderlas a muerte, ¿sabe una cosa?... no permitiría que les rozara ni el aire, por tanto, quiero, igual que usted ministra y la más feminista de este país, leyes que las protejan. Este preámbulo solo tiene el objetivo de dejar las cosas claras. Ya es triste que yo tenga que decir y aclarar todo esto para poder expresarme en libertad y que no se me etiquete de machista, dado como marcha este país en materia de expresión políticamente correcta, Que conste que lo hago, no porque tema a los y las de siempre, lo hago para que nadie tergiverse ni trate de confundir lo que voy a opinar sobre algunos de sus comentarios. Sra. Calvo, usted ha manifestado en rueda de prensa lo siguiente:
Como comprenderá, y siendo yo un hombre sensible, además de autor y poeta, no puedo estar de acuerdo con usted. Si ese es su pensamiento se está cargando la esencia misma de la relación hombre y mujer. No creo que su feminismo la lleve a pensar eso de verdad. Con ese criterio solo existiría el amor material o interesado. Bajo esa visión tan fría del amor toda la pléyade de poetas y cantautores románticos tendrían una vida y una obra sin sentido. Pobre Armando Manzanero, Alejandro Sanz, Alborán o Vanesa Martin. Pobres Becquer, Espronceda, Victor Hugo o Rosalia de Castro. "Todos condenados al olvido por machistas". Los hijos nacidos del amor se quedarían huérfanos del motor que puso en marcha la razón y la emoción de su existencia. Todo sería banal y animal. La música, el cine, el teatro, la lírica, la danza se quedarían sin argumentos y sin belleza porque todos están plagados de obras con argumentos románticos. El pensamiento y la propia humanidad necesitan del romanticismo. ¿todo esto es machismo Sra. Ministra? .¿De verdad ese es el pensamiento del Gobierno al que pertenece que está plagado de mujeres?. Pero si el amor romántico de pareja es uno de los pilares y grandes placeres de la vida. Quiero pensar que fue una frase irreflexiva y desafortunada en un momento inoportuno de su vida porque no me pega de usted. Sra. Ministra Calvo ya que me consta, y lo se, que es una mujer cualificada, seria, culta y preparada, doctora en derecho Constitucional y profesora de Universidad con mucha experiencia en docencia y en política.
Por favor, vamos a tomarnos en serio este tema que es tan importante, tanto para las mujeres como para "los hombres", aunque a veces no lo parezca porque hay un determinado grupo de gente que se empeña en que no sea así. Sra. Calvo, con ruego que se lo traslade al resto del gabinete al que pertenece, le voy a aclarar una cosa, la mayoría de los hombres protegemos a las mujeres que nos rodean. Ni las agredimos, ni las acosamos. Afortunadamente son una minoría de hombres los que lo hacen producto de la mala educación recibida y de sus propios genes. Los hombres y las mujeres, nos conocemos, nos gustamos, flirteamos, nos insinuamos, nos enrollamos, muchas veces nos enamoramos, nos casamos y nos descasamos y lo hacemos desde las claves de seducción, del "amor romántico". Aunque a usted el romanticismo le parezca sospechoso, siento comunicarle que mucha gente, en su plena libertad de pensamiento, cree en el amor y no piensa como usted, entre otras muchas mujeres. La mayoría de los hombres tratamos a las mujeres desde el respeto, sin acosar, ni forzar a nadie. Después están lo impresentables, los bestias, los antisociales, los violentos, los malnacidos, los miserables, los amorales, los locos, los tarados, etc.
Esta mala educación reinante es el resultado de una política en la que todos los partidos, incluyendo el suyo, han colaborado. Un mal discurso que le ha vendido a los jóvenes de muchas generaciones una gran mentira, haciéndoles creer que el estado del bienestar solo les da derecho a las libertades, a la buena vida, a muy pocas responsabilidades y casi ninguna obligación, entre otras, las de no comportarse con actitudes machistas. Los principios, la educación, la formación, la cultura, el esfuerzo y las normas se quedaron en un segundo plano porque eso, para muchos políticos, tenía tufillo a ser de un pasado ideológico reciente.
Sra. Calvo, usted sabe, igual que yo, que las "Manadas" se erradican y exterminan educando al personal. Lo que hacen falta son leyes y normas para mejorar la educación cívica, para saber convivir en sociedad y en libertad pero con respeto a los demás, con principios y valores, eso si que es necesario. Pero eso no vende y ustedes los políticos han sido incapaces de sentarse, de una vez por todas, a legislar unificando criterios educativos y poniendo los intereses de la sociedad por encima de los de sus partidos. Otra vez acaban de anunciar que vuelven a las andadas, otra vez quieren modificar la enseñanza, en concreto la LOMCE por su cuenta y sin consenso.....no escarmientan.
La mayoría de los jueces son mujeres, la mayoría de los educadores, son mujeres, la mayoría de periodistas son mujeres, la mayoría de los universitarios son mujeres. Lo tienen en bandeja para empezar ya y acabar con esta lacra en unos años, porque si no lo hacen, por más indeseables que metan en la cárcel y por más leyes, presupuestos y medidas que se tomen contra el no consentimiento de la mujer ante el hombre no acabarán nunca con el problema. A los que tienen la mente cerrada por la ignorancia, el machismo y la falta de principios no les importan mucho las consecuencias de sus actos. Y a los datos de mujeres maltratadas y asesinadas me remito, incluso con alejamiento de sus asesinos. Déjense ya de demagogia y de figureo y vayan a la raíz del asunto. Los políticos se valoran por la eficacia de sus mandatos no por por oírse a si mismos.. No generen leyes de escaparate contra los hombres sino leyes a favor de la mujer que mejoren su protección y normalicen para siempre su igualdad en todos los terrenos .