LA DEMAGOGIA NO ES OPINIÓN

20.12.2018

Por Luis Baras


Me gustaría aclararle a algunos políticos y sus correligionarios que se creen más justos que nadie, y a los vendedores de buenismo que se les llena la boca de "Derechos humanos", que los que opinamos libremente sobre el mantenimiento de la "Prisión permanente revisable" no estamos desinformados, ni somos seres inhumanos, ni solo buscamos venganza. como he leído con vergüenza en lamentables declaraciones de algunos políticos de los que creen que el cargo se lo ha otorgado Dios directamente y, por tanto, se sienten superiores moralmente a todos los demás.

Para estos descalificadores morales me gustaría que supieran que, pesar del horror vivido estos días, muchos nos preocupamos, tanto o más que ellos, en conocer las estadísticas de nuestro país, y sabemos que vivimos en una sociedad muy sana, comparada con otros países de nuestro entorno, y con uno de los índices más bajos de criminalidad. Igualmente nuestro código penal es de los que establece penas más duras para los delincuentes.

Es decir, emitimos nuestra opinión y argumentamos con conocimiento ya que "no estamos locos que sabemos lo que decimos".

Aclarado esto, a más de uno y de una, y tras estos días tan complejos políticamente y tan tristes por el lamentable suceso del Campillo (Huelva) donde políticos, periodistas y ciudadanos nos estamos manifestando con profusión y, ante los intentos de algunos por descalificar a los que opinamos sobre el tema en las redes y en los medios, sería conveniente dejar clara de una vez por todas la diferencia que hay entre lo que es "Opinión pública" y lo que es "Demagogia ideológica".

A la vista de la situación es conveniente aclarar estos dos conceptos a ver si, de una vez, más de uno y de una, se entera antes de tirarse al cuello de los que opinamos en las redes.

La RAE define la palabra "OPNIÓN" como "El juicio o concepto que una persona tiene o se forma acerca de algo o alguien". Es decir, lo que dice un ciudadano o un periodista por su ejercicio profesional es su punto de vista con el que se puede estar o no de acuerdo, pero es siempre respetable piense lo que piense y opine lo que opine, ya que forma parte de su libertad personal y esta debe ser sagrada en una democracia.

Y por otro lado La RAE define la palabra "DEMAGOGÍA" como la estrategia utilizada para conseguir el poder político que consiste en apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica, la desinformación a conciencia, la agnotología y la propaganda. Es lo que se conoce por "Demagogia ideológica". Esta actitud es despreciable, y más cuando se utiliza a una víctima, ya que su intención es la de engañar a los que tratan de convencer por un interés puramente político.

Por tanto, una cosa es la intención de lo que dice un político en el ejercicio de su actividad y otra lo que manifiesta libremente un ciudadano en el ejercicio de su libertad. Desgraciadamente estamos viendo como las opiniones sobre un tema concreto hay gente que solo las lee en clave política y eso los lleva inmediatamente a cometer el tremendo error de descalificar a quien opina diferente y a relacionarlo con ideologías contrarias al criticador.

Lo peor que puede hacer un ciudadano es caer de manera irreflexiva en brazos de una opción política y convertirse en sectario porque eso precisamente le elimina su libertad de pensamiento y deja de ser analista de la realidad, le deforma la visión de las cosas y solo las ve desde la lupa que marca su referente y el forofismo, convirtiéndolo en un hooligan, es decir, un hincha que se caracteriza por su actitud violenta y su comportamiento destructivo

Por todo lo expuesto, manifiesto, no como periodista, sino como simple ciudadano, que siendo tan moral como el más. Tan defensor de los derechos humanos como el que más. Tan conocedor de nuestra realidad legal y penitenciaria como el que más. Tan defensor de los derechos de la mujer como el que más. Y tan justo como el que más. Que para que los mi seres queridos y los miembros de la sociedad en la que vivo no se vuelvan a ver sorprendidos, pudiendo ser evitado, por alguien que solo lleva la maldad como principio, como le ha pasado a Laura y, aunque el Tribunal Constitucional declare a esa ley inconstitucional, no votaré "JAMÁS" a un partido que quiera derogarla, esa es mi opinión......la de un simple ciudadano libre de pensar lo que quiera, la demagogia se la dejo a los políticos.