Jubilados y Mentiras

25.02.2018

Por Luis Baras

Soy el primer interesado en la subida de las pensiones y me parece una tomadura de pelo la subida del 0, 25 por ciento. Establecida esta realidad, y ante las propuestas de algunos líderes políticos, ¿alguien me puede explicar de verdad cómo se pueden subir en un futuro?. ¿Qué mecanismo es aplicable que no sea ahorrar en otros gastos del Estado?. Los mayores somos cada vez más y con más expectativas de vida. Desde la demagogia ideológica o desde un plató como contertulio es fácil decir lo que hay hacer. La fórmula mágica está servida. 

Como no son suficientes las aportaciones de los trabajadores a la Seguridad Social cada uno se inventa su fórmula. Unos dicen que salga de los presupuestos generales del estado. Otros alimentan la indignación contra el contubernio de los planes de pensiones privados. hay quien cree que la solución es ponerle un impuesto a los bancos y a las empresas del Ibex, como si ese dinero al final no lo fuéramos a pagar los ciudadanos como usuarios. Se mienten en las redes diciendo que se planea anular las pagas extraordinarias en las pensiones. Otros echan a los mayores a la calle utilizando su precariedad manifiesta y ya está montado el argumento del que arañar votos. ¿Por qué no se les dice la verdad a los pensionistas y se les explica que este tema necesita la voluntad de todos los partidos y que sin hacer cambios en el gasto público no hay dinero de donde sacar una subida digna y el mantenimiento de las futuras pensiones?. Pero claro, son 9 millones de votos que tienen  en su mano cambiar el signo político del país y, unos por defecto y otros por exceso, todos venden su soluciones pero nadie dice la realidad.

Desde las promesas sin base desgraciadamente las cosas no son fáciles ¿verdad Tsipras?, con argumentos populistas los jubilados griegos han perdido el 30 por ciento del nivel de sus pensiones. mas de uno pensará que "mejor haberse quedado como estaba". Pero fueron manipulados, engañados y votaron un cambio de mentiras. Para poder dar hay que tener de donde sacar. Lo de la banca y el Ibex es una broma, vamos calderilla, al lado de lo que se necesita para actualizar la paga de los jubilados actuales y los que se incorporan. Esperar a que se acabe el paro, suban los salarios y se equilibren las cuentas de la Seguridad Social es, al menos, además de complicado, un largo plazo. ¿Por qué los listillos sindicales, políticos y enterados de turno no se dejan de pamplinas y proponen aligerar la maquinaria de la administración?

En España, al margen de los funcionarios, viven del presupuesto más de 400.000 cargos públicos. Italia tiene la mitad y Alemania la cuarta parte. Aquí hay más políticos empleados que médicos, sanitarios, policías y bomberos juntos. Hay 2.800 empresas públicas estatales y otras 2.350 más autonómicas. ¿El Parlamento no funcionaría con la mitad o menos de diputados?. ¿Hacen falta tantos  diputados de un partido si al final todos votan lo mismo?. Y lo mismo pasa en los parlamentos autonómicos. ¿Es imprescindible el Senado?. En Cataluña llevan meses cobrando los parlamentarios sin pegar golpe por los caprichos de unos gobernantes. Competencias duplicadas. Diputaciones infladas y en parte inútiles. Ayudas y subvenciones camufladas de todo tipo. Delegaciones autonómicas en el extranjero. Las autonomías, han tenido efectos positivos en algunos temas, pero han supuesto una elevación tremenda del gasto. Despilfarro inútil, rescate de Cajas de ahorro, por cierto manejadas por políticos, rescate de autopistas deficitarias, construcción de aeropuertos sin tráfico, pabellones, auditorios, rotondas de lujo, sin entrar en la corrupción y el "sobrecoste del me lo llevo". ¿Estarían nuestros políticos dispuestos a plantear la modificaión del sistema autonómico?, 17 autonomías, 17 parlamentos y 17 administraciones. ¿ no parece excesivo?. Pués con ajustar todo eso el futuro de las pensiones y su poder adquisitivo está garantizado. Pero para meterle el diente al asunto autonómico hay que estar por la labor, poner a los ciudadanos por delante de las ideologías, armarse de valor, echarle narices, tener mucha voluntad política y menos demagogia. Eso sería soñar con otro país y  desgraciadamente creo que eso no va a pasar nunca. 

¿Estarían esos "lumbreras demagogos", y los economistas afines, dispuestos a modificar el entramado de la administración pública?. En economía, para no endeudarte solo queda consumir menos de lo que entra en el cajón y nuestra deuda es ya equivalente a nuestro PIB (producto interior bruto). Es decir, con lo que producimos no tenemos casi para pagar lo que debemos. De lo contrario solo queda más endeudamiento, y de ahí a una nueva crisis solo hay un paso y entonces nos acordaremos de Grecia y de los vendedores de humo. 

El problemas de la subida de las pensiones actuales tiene que arreglarse si o si. En este tema todos los partidos tienen que estar a una y dejarse de rollos y postureos. "Revisión del pacto de Toledo YA". Es un cansancio que agota despertar cada día con declaraciones irresponsables de gente que debería ser responsable. Esto se ha convertido en la tónica de nuestro tiempo. Política sin los piés en el suelo. Soluciones utópicas sin base y solo de cara a la galería. Los ciudadanos solo queremos "VERDAD". Lo que más duele es cuando la política se aprovecha y le toma el pelo a los más débiles como es el caso de los jubilados. Este es un problema de todos, políticos, jóvenes, maduros y mayores. Si queremos resolverlo, y además no queda más remedio, no se hace echando la gente a la calle, se hace con voluntad e imaginación política. Las pensiones dignas hay que establecerlas ya y sin mentiras, sabiendo de donde va a salir el dinero ahora y en el futuro. Pero claro, si se aligera el gasto público muchos tendrán que renunciar a mamelas, sopas bobas y privilegios y tendrán que ponerse a trabajar y a buscarse la vida fuera de la zona de confort de la administración, o lo que es lo mismo, a producir para ayudar a levantar el país de una vez. Lo mismo que han hecho los jubilados que, tras darlo todo, se les sigue mintiendo mientras pierden el poder adquisitivo y se les desprecia con el lamentable 0,25 por ciento.