El salario del Arte

07.02.2018


Publicado el 2 diciembre, 2009

Por Luis Baras

Cuando llega el umbral de la primavera, por estas fechas, cada año, surgen un ramillete de coplas y canciones nuevas, temas populares y profundos, cantes para la alegría y los amores, para la feria y el Rocío. Estribillos del alma para penetrar en el alma, rimas y versos que engrandecen y mantienen viva nuestra cultura. Pero también ven la luz y surcan el aire sevillano nuevas marchas para engrandecer las advocaciones y sones solemnes para servir de bálsamo a la Pasión. Cada una de sus notas tendrá un aroma de azahares envuelto en olores de cera e incienso, son latidos escritos en un pentagrama de emociones, cada racheo, cada caminar costalero llevara su ritmo y su cadencia para hacer posible el milagro jubilosos de ver andar un paso en Sevilla sobre la canastilla de una melodía.

Pero lo mismo que ocurre por estas fechas, durante todo el año se produce el milagro permanente de la creación, y detrás de cada compás, de cada verso, de cada párrafo hay un ser dispuesto a dar lo mejor de si mismo para el deleite y disfrute de los demás, ese personaje es EL AUTOR.

Sin él la creación no existiría, porque no habría nadie que le diera vida a la imaginación, y los sueños se quedarían sin representación. Que seria de nosotros sin la música, el teatro y la literatura, que argumentos nos envolverían sin que hubiera gente capaces de transmitir ideas, sensaciones y belleza. La autoría es una toma de postura ante la vida, con mas o menos capacidad o fortuna todos los que un día deciden crear son dignos de admiración, autores musicales, dramáticos, literatos y poetas son necesarios en nuestra sociedad, y juegan un papel estelar e imprescindible en la cultura que es la llave de la libertad.

El AUTOR y su obra es el permanente aviso de que el mundo sigue necesitando acariciar la sensibilidad, que no hay mejor vehículo para transmitir las ideas y los pensamientos. Pero EL AUTOR no solo tiene la obligación de dar sino que también tiene todo el derecho de proteger su obra y además, como todo el mundo que realiza un trabajo, debe recibir su salario como contraprestación de su aportación a seguir colaborando en el desarrollo de la sociedad, y mas cuando su obra es explotada por terceros con beneficios económicos.

En todos los países desarrollados ni se plantea ni se discute que el derecho de autor sea una especie de impuesto, y se tiene mas que asumido que es el sueldo que el autor cobra por el trabajo que realiza, y además con la premisa que nunca sabrá cual será la cuantía del mismo, sin que sirvan de ejemplo los contados autores que ganan cantidades millonarias por su éxito, la mayoría reciben cantidades de miseria, por eso no es ni legal ni conveniente que encima se le niegue con argumentos que solo demuestran egoísmo y desconocimiento de la legislación lo que le corresponde y la Ley de Propiedad Intelectual le otorga.